En la primera vuelta de las elecciones a la Presidencia y al Parlamento de Uruguay, los resultados de las principales encuestadoras (Cifra, Equipos, Opción y Factum) apuntaban al Frente Amplio, liderado por Yamandú Orsi, como la primera fuerza política (Veiga, 2024, octubre 21). Esto se confirmó el domingo 27 de octubre: la coalición que lidera Orsi obtuvo el 43,94% de los votos. Sin embargo, las izquierdas aún no pueden cantar victoria. Por un lado, el Frente Amplio no alcanzó el 50% necesario para lograr la mayoría absoluta, por lo que el desenlace de las elecciones tendrá lugar el domingo 24 de noviembre (El País, 2024, octubre 26). Por otro lado, los partidos políticos de derecha suman un 47% de los votos, incluyendo las agrupaciones que respaldaron al saliente Luis Lacalle Pou: Partido Nacional, Partido Colorado, Cabildo Abierto y Partido Independiente. En esta ocasión, Álvaro Delgado cuenta también con el apoyo del recién fundado Partido Constitucional Ambientalista, que ha logrado atraer nuevos votantes (Agencia EFE, 2024, octubre 28).
El Frente Amplio congrega diversos partidos, entre ellos el Demócrata Cristiano, el Socialista e incluso el Comunista. Es interesante observar la imagen habitual de esta contienda: el Frente Amplio, liderado por Orsi, frente al Partido Nacional, encabezado por Álvaro Delgado, que obtuvo el 26,77% de los votos. Aunque se trata de la segunda fuerza política, este porcentaje está bastante por detrás de la coalición de izquierdas (Mur, 2024, octubre 28). Sin embargo, las demás fuerzas que conforman el 47% de los votos de derecha, y que podrían otorgar el poder a Delgado, reciben menos atención mediática. ¿Refleja esto una actitud favorable al pluralismo tan defendido en el discurso público? Quizás sea una estrategia habitual entre quienes defienden que gobierne la lista más votada, siendo menos propensos al diálogo político.
Por otra parte, aunque los medios de comunicación masiva, al menos los españoles, parecen inclinarse por Orsi o destacan unos resultados bastante ajustados, se confirma nuevamente la ventaja de la derecha si se suman los votos de esta tendencia política. No obstante, el Frente Amplio ha incrementado sus apoyos de forma sostenida desde 1999. Analizar sus campañas sería interesante, ya que probablemente ofrezcan propuestas sustanciales, teniendo en cuenta la idiosincrasia de la democracia uruguaya. Además, parecen generar confianza, superar temores, mostrar dinamismo, responder con agilidad y mantener estas virtudes durante períodos prolongados. Como recuerda Canel (2016, pp. 188-189) en referencia a la campaña de 1997 de los laboristas en Gran Bretaña, estos elementos son clave en el éxito político.
Dado que no existen grandes diferencias en la carrera hacia la Presidencia y el Parlamento uruguayo, y que tampoco se observan cambios drásticos en las estrategias políticas, surge una cuestión: ¿la comunicación de los partidos durante las campañas se limita únicamente a ganar las elecciones, o sus mensajes integran un programa realista con acciones de gobierno concretas? Es un planteamiento relevante. Canel (2016, p. 189) también aborda esta reflexión en el contexto de la campaña laborista mencionada.
A pesar de lo anterior, el giro general hacia la derecha se confirma. Uruguay comienza a alinearse con otras democracias occidentales que ven cómo entre sus escaños emergen parlamentarios extremistas. En este caso, encontramos a Cabildo Abierto, de ultraderecha, y a Identidad Soberana, un partido populista antisistema, aunque ambos rondan apenas el 2,5% de los votos. Por lo tanto, el panorama uruguayo ya no parece tan idílico. Sin embargo, también puede interpretarse como una resistencia de Uruguay a sucumbir completamente a estas tendencias.
“El león acecha al caballo demócrata”: tal vez esta sea la narrativa que se intenta proyectar en los medios de comunicación, considerando el recuento de votos en las recientes elecciones. Uruguay no parece escapar de esta tendencia, pese a la posible sustancia que ofrecen los partidos en sus campañas. Dicho esto, los dos principales partidos, Frente Amplio y Partido Nacional, no presentan grandes diferencias en ciertas promesas clave: ambos se comprometieron, en el debate previo a la segunda vuelta, a no aumentar impuestos (Agencia EFE, 2024, noviembre 18).
Bibliografía
Agencia EFE. (2024, octubre 28). El día después: El oficialismo y la oposición de Uruguay celebran y apuntan a noviembre. Agencia EFE. Recuperado de https://efe.com/mundo/2024-10-28/elecciones-uruguay-resultados-presidente-noviembre/
Agencia EFE. (2024, noviembre 18). Los candidatos se comprometieron en debate a no subir impuestos. Agencia EFE. Recuperado de https://efe.com/mundo/2024-11-18/uruguay-debate-elecciones/
Canel, M. J. (2016). Comunicación de las instituciones públicas. Tecnos.
El País. (2024, octubre 26). Cinco claves para entender las elecciones en Uruguay. El País América. Recuperado de https://elpais.com/america/2024/10/26/cinco-claves-elecciones-uruguay
Mur, R. (2024, octubre 28). La izquierda gana la primera vuelta en Uruguay pero la unión de la derecha suma más votos. La Vanguardia. Recuperado de https://www.lavanguardia.com/internacional/20241028/10058157/izquierda-gana-primera-vuelta-uruguay-union-derecha-suma-mas-votos.html
Veiga, G. (2024, octubre 21). El Frente Amplio lidera en Uruguay todas las encuestas para la primera vuelta electoral. Público. Recuperado de https://www.publico.es/internacional/frente-amplio-lidera-uruguay-encuestas-primera-vuelta-electoral.html
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