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Jesús Gómez

Uruguay en la encrucijada: el balotaje presidencial y su impacto en la región. Por Jesús Gómez Bartolomé.

Quedan pocos días para que se celebre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales uruguayas, y la igualdad entre los dos candidatos es máxima.


Las encuestas más recientes muestran una ligera ventaja para el candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, aunque tan pequeña que el margen de error permite también prever una posible victoria del candidato de la Coalición Republicana, Álvaro Delgado. Según la encuesta de El Observador, basada en un muestreo web realizado entre el 17 y 19 de noviembre a más de 7,000 personas, con un margen de error de +/- 2%, Orsi obtendría el 49% de los votos frente al 46.1% de Delgado. Por su parte, la encuesta de la Usina, realizada entre el 15 y el 18 de noviembre, también da como ganador al candidato del Frente Amplio con una diferencia de 3 puntos respecto a su rival. Asimismo, la empresa argentina CB Consultora proyecta un 51.8% para el candidato izquierdista y un 48.2% para el liberal.


Este final de campaña ha estado marcado por el debate electoral del pasado domingo 17 de octubre, televisado en directo por los cinco canales más importantes del país, alcanzando una audiencia agregada del 46.8%, lo que lo convirtió en el espacio televisivo más visto del día. Sin embargo, el debate fue calificado como insulso y apático debido a la ausencia de confrontación directa entre los candidatos, limitándose a una sucesión de monólogos y reproches sin réplicas. Esto puede explicarse porque, a falta de una semana para las elecciones y con una igualdad máxima, ninguno de los candidatos quiso arriesgarse, ya que un error podría ser decisivo y no habría tiempo para revertir la situación. Cabe destacar que, a diferencia de otros países como España, este debate televisivo es obligatorio por ley.


¿Qué repercusión tendría una victoria de Yamandú Orsi?


Una victoria del Frente Amplio el próximo domingo frenaría la ola de gobiernos de partidos ultraliberales y de derecha en la región, como los de Milei en Argentina, Santiago Peña en Paraguay, Noboa en Ecuador y Dina Boluarte en Perú. Esto adquiere mayor relevancia considerando que en 2025 se celebrarán elecciones en Chile y Bolivia, actualmente gobernados por la izquierda.


En el ámbito interno, los gobiernos anteriores del Frente Amplio (2005-2020) posicionaron a Uruguay como el país sudamericano con menor índice de pobreza, reduciéndola hasta un 30%. Sin embargo, este logro se perdió con el gobierno de Luis Lacalle Pou, que asumió durante la pandemia de COVID-19. Un gobierno liderado por Yamandú Orsi buscaría continuar con el modelo de crecimiento económico de sus predecesores, pero con un enfoque en la redistribución de la riqueza para disminuir las desigualdades sociales y aumentar el gasto social. Además, se impulsaría el fortalecimiento del sector público.


¿Qué repercusión tendría una victoria de Álvaro Delgado?


Una victoria de Delgado enfrentaría el desafío de un Senado dominado por el Frente Amplio y una Cámara de Diputados sin mayorías claras, donde un político antisistema podría tener la llave del equilibrio de poder.


Si triunfa la Coalición Republicana, se espera la continuidad de políticas de austeridad económica, caracterizadas por la reducción del gasto público y recortes en el sistema de bienestar para mantener una estricta disciplina fiscal. Además, se mantendrían las altas tasas de interés del peso uruguayo para controlar la inflación, junto con políticas de flexibilización laboral y contención salarial.


Opinión personal


Uruguay representa un modelo democrático en la región, destacándose por la ausencia de polarización política que caracteriza a muchos países occidentales. Tanto el Frente Amplio como la Coalición Republicana garantizan una gobernabilidad política que merece reconocimiento. Además, es admirable que la democracia uruguaya se mantenga intacta, sin acusaciones de fraude por parte de los partidos perdedores. Uruguay ha demostrado que su tamaño no es un impedimento para disfrutar de prestigio internacional y combinar crecimiento económico con un sólido estado de bienestar, algo que no es exclusivo de Europa.


Personalmente, coincido con las encuestas al prever que Yamandú Orsi será el próximo presidente del país, debido a su buena gestión como intendente del departamento de Canelones y a la falta de popularidad de Álvaro Delgado, cuya imagen sigue asociada al manejo de la pandemia de COVID-19. Además, el actual presidente, Luis Lacalle Pou, quien cuenta con mayor carisma dentro del espectro de la derecha, no puede postularse por mandato legal.


Bibliografía:


Center for Economic and Policy Research. (2024, noviembre 20). Uruguay en una encrucijada: ¿Continuar con el declive o regresar al progreso económico?. Recuperado de https://cepr.net/report/uruguay-en-una-encrucijada-declive-continuo-o-retorno-al-progreso-economico/


González, N. (2024, noviembre 20). Una nueva encuesta marca una elección pareja en Uruguay: qué candidato lleva la delantera. Perfil. Recuperado de https://www.perfil.com/noticias/internacional/una-nueva-encuesta-marca-una-eleccion-sumamente-pareja-que-candidato-lleva-la-delantera.phtml


Usina. (2024, noviembre 21). Balotaje: 49% de intención de voto para Orsi y 46% para Delgado, según encuesta de la Usina. Usina de Percepción Ciudadana. Recuperado de https://usina.com.uy/20-11-2024-balotaje-49-de-intencion-de-voto-para-orsi-y-46-para-delgado-segun-encuesta-de-la-usina/


Welle, D. (2024, noviembre 18). Acalorado debate presidencial en Uruguay previo a balotaje. Deutsche Welle. Recuperado de https://www.dw.com/es/acalorado-debate-presidencial-en-uruguay-previo-a-balotaje/a-70806259

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